La explosión de Deepwater Horizon fue el resultado inevitable de un esfuerzo implacable por extraer petróleo de sitios cada vez más profundos y más peligrosos. De hecho, mientras la industria continúe con su implacable e imprudente busca de “energía extrema” –petróleo, gas natural, carbón y uranio obtenidos de áreas geológicas, ecológicas y políticamente inseguras– más calamidades semejantes están destinadas a ocurrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario