Alguien dijo mordazmente que su destino está marcado por la violencia, pues lo primero que hizo el primer humano al bajar de los árboles fue, nada más y nada menos, que producir una piedra afilada: ¡un arma! De ahí a los misiles intercontinentales con ojiva nuclear múltiple pareciera seguirse siempre el mismo hilo conductor. ¿Será realmente nuestro destino?
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