La central nuclear de Fukushima explotó en marzo de 2011. Unos días después de la catástrofe, el portavoz de la OMS [Organización Mundial de la Salud] anuncia que los riesgos para la salud de las poblaciones civiles que viven fuera de Japón son bastante reducidos. Sin embargo, teniendo en cuenta la historia de la OMS en materia nuclear, ¿se puede realmente confiar en él?
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