“Aragua somos todos” creo que fue en la administración de un inefable gobernador del estado Aragua donde este eslogan se utilizó por primera vez en el país, quizás plagiado como suele ocurrir.
Estamos viviendo en la fase superior del capitalismo, el imperialismo, como lo escribió Lenin en su momento. El capitalismo cumplió sus etapas históricas, desarrolló las fuerzas productivas en una magnitud inimaginable en sus inicios e impuso a sangre y fuego su cultura en todo el globo terráqueo; es un fenómeno global, nadie se escapa, todos somos de alguna manera expresión de este sistema totalitario. Asistimos a la fase Terminal de este sistema que hace aguas por todos lados. Pensar que el imperialismo sólo se localiza en los centros de poder como los Estados Unidos de Norteamérica, la Unión Europea y Japón por nombrar los más importantes es no entender lo que esta ocurriendo en esta época.
El concepto de Estado-Nación fue superado en términos fácticos por el imperio, Cada vez menos corporaciones, producto de la concentración de capitales llamadas eufemísticamente “fusiones” ejercen una dictadura implacable sobre la humanidad y la naturaleza. Ej.: Exxon-Mobil. Sus tribunales de arbitraje (Verdaderos) son las principales bolsas del mundo encabezadas por Wall Street donde lúdicamente se resuelven sus controversias.
En cada país, en cada región, en cada continente, la crisis del imperio se expresa con características específicas: Invasiones, guerras, agresiones, secesión de países, pérdidas de derechos civiles, inversiones de capital, huidas de capital, migraciones, desplazamiento de personas, refugiados, cárceles clandestinas, semiclandestinas, torturas admitidas, torturas no admitidas, simplemente torturas, narcotráfico, torres derribadas, guerras preventivas, deudas impagables, deudas ilegales, golpes de estado, saboteos, terrorismo de estado o sólo terrorismo, armas de destrucción masiva, biológicas, bombas inteligentes, guerra de las galaxias, contratistas de la guerra (Mercenarios), asesinatos selectivos, bombardeos quirúrgicos, Plan Patriota , Plan Colombia, paramilitares, espionaje telefónico, bases militares por doquier, conspiraciones, bloqueos a países, magnicidios, contrabando y pare de contar.
Decía Albert Einstein “No podemos resolver un problema con la misma lógica que fue creado” He allí la pertinencia para esta y todas las épocas, el pensamiento del Maestro Simón Rodríguez “O inventamos o erramos”. Debemos separarnos de la lógica capitalista, evitar en lo posible su reproducción, sus conceptos, sus íconos, sus índices econométricos, entender que el PIB (Producto Interno Bruto) no expresa el estado real de una sociedad, que sólo es la suma de todas las transacciones de bienes y servicios medidos monetariamente en el período considerado y que un aumento de los accidentes de tránsito por ejemplo, contribuye al incremento del PIB por las transacciones de las compañías de seguros al pagar los siniestros, así como una epidemia genera con conjunto de acciones que terminan incrementando la compra de vacunas, fumigaciones , atención médica y otros gastos, en fin, miles de transacciones debidos a sucesos, hechos, accidentes y todo tipo de eventos negativos que atentan contra el bienestar de una sociedad, esto sin contar los millones de productos innecesarios, baratijas de la “ Economía Basura” como diría Gema Belandria, son partes de una sumatoria simple cuyo resultado es el PIB. Tampoco el PIB registra la economía informal y las miles de transacciones privadas no documentadas.
Cuando nos hablan de “Crecimiento Económico” debemos preguntarnos: ¿Cuanta explotación fue necesaria?, ¿Cuánta contaminación ocasionó?, ¿Cuantos recursos no renovables gastamos? En fin, ¿Cual es el balance? Si respondemos a estas preguntas estaremos saliéndonos de la lógica del imperio capitalista. Entendamos que el núcleo de la ideología capitalista es el consumo y el crecimiento, de esto depende el incremento de la ganancia.
Cuando nos informan que las ventas de automóviles superaron las 500.000 unidades en un año y lo dan como muestra de la fortaleza de nuestra economía, o que se están construyendo simultáneamente 25 grandes centros comerciales o mall como algunos los llaman y esto lo asocian al progreso que vivimos, nos están hablando con el lenguaje del imperio capitalista.
Cuando nos dicen que estamos invirtiendo cuantiosos recursos para la adquisición de sofisticados equipos e instrumentos médicos de tecnología de punta y observamos cierto abandono a la atención primaria (léase Barrio Adentro I) y a la medicina preventiva, estamos actuando en la lógica del imperio capitalista.
Cuando vemos por televisión la primera promoción de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y observamos a los graduandos con esos atuendos medioevales de togas y birretes, estamos reproduciendo la simbología del imperio capitalista.
Cuando nos quieren vender las cooperativas como formas de la economía de la nueva sociedad socialista y no como formas de propiedad privada que funcionan en casi todas las sociedades que conforman el actual imperio capitalista, nos están hablando de un viejo sistema compensatorio a la concentración de capitales, pero dentro de la lógica del capital; sólo en los Estados Unidos de Norteamérica funcionan 47.000 cooperativas en muchísimos rubros de la economía.
Cuando nos dicen que el mundo se divide en países desarrollados y subdesarrollados, como si se tratara de dos mundos separados y no un solo sistema global, ¿que son entonces los 50 millones de pobres que viven en los Estados Unidos de Norteamérica? ¿O también los millonarios que viven en el supuesto mundo subdesarrollado?
Pensemos en todo esto, inventemos, discutamos, es necesario, es urgente, se trata de salvar el planeta de esta dictadura imperial capitalista, es la suerte de todos lo que está en juego. América Latina es la esperanza, la Revolución Bolivariana tiene una responsabilidad suprema, después de dos siglos nos volvió a tocar ser vanguardia, que esta vez no aremos en el mar como se lamentaba nuestro Padre Libertador.
Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos
F. David Arráez Y.
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