Una Revolución es ante todo, un cambio de las relaciones entre los humanos, y de estos con la Naturaleza.



Prohibir la guerra, permitir los bombardeos

El modelo Auschwitz, el de los perdedores, se convertía así en el colofón de la barbarie humana y en una estremecedora advertencia para las futuras generaciones; mientras que el modelo Hiroshima, el de los vencedores, pasó a convertirse en “practica rutinaria” y “derecho consuetudinario

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