Tras más de veinte años de neoliberalismo sin efectos favorables en la calidad de vida, el ciudadano finalmente ha expresado su malestar. Y nada más claro que el voto. Pero no se trata de un fenómeno reciente. La votación contra la Concertación es resultado de un proceso nacional subterráneo escasamente medido y poco escuchado por los gobernantes.
Por: PAUL WALDER
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