Una Revolución es ante todo, un cambio de las relaciones entre los humanos, y de estos con la Naturaleza.



Paz en La Habana, guerra en Miami


Patricio Montesinos
21 Septiembre 2009,


Mientras en Cuba más de un millón de personas acompañaron en armonía el gran concierto Paz sin Fronteras celebrado en la afamada Plaza de la Revolución, en Miami reinó una vez más el desorden y la violencia que recalcitrantes acostumbran a escenificar en esa ciudad norteamericana de la Florida.


Claramente rabiosos  por el  éxito rotundo del espectáculo que  lideraron en La Habana  los populares cantautores latinoamericanos Juanes y Olga Tañon, entre otros afamados artistas y grupos musicales de varios países, extremistas anticubanos protagonizaron en las calles de Miami reyertas que provocaron la intervención de las fuerzas policiales y varias detenciones.


Los mismos obstinados que desde un primer momento quemaron discos de Juanes e incluso le amenazaron hasta de muerte, tras anunciarse públicamente el Concierto Paz sin Fronteras, la emprendieron este domingo con violencia contra otras personas que en el propio Miami favorecían la presencia del cantante colombiano en Cuba.


La guerra de ofensas y puñetazos desatada en esa ciudad de la Florida ocurrió pocas horas después que el propio Juanes y sus invitados al excelente espectáculo organizado en la nación caribeña pidieron paz para todo el mundo, además de concordia y fraternidad entre todos los seres humanos, respetando sus diferencias.


Evidentemente el mensaje lanzado desde La Habana en el calificado por muchos el más importante concierto  de este año a nivel internacional, no fue escuchado por quienes en Miami siguen apostando a la brutalidad y el terrorismo hacia la mayor isla de las Antillas.


Cuba, entretanto, volvió a demostrar que es un país donde impera la paz, y su pueblo es capaz de ser protagonista con modestia de un evento de tal trascendencia, como el ocurrido hace pocas horas en su capital.


Ni un solo incidente se registró en la Plaza de la Revolución durante el concierto, que fue disfrutado por el millón de cubanos que allí se congregó, millones de personas que en todas partes del mundo lo pudieron seguir a través de numerosas televisoras,  y los grupos musicales e intérpretes que ofrecieron su arte, quienes coincidieron en que marcó un antes y un después para cada uno de ellos.


Ninguno antes había cantado frente a tanto público junto, que además de muestras de cariños y respeto, le brindó a los artistas la siempre hospitalidad que se esmera en dar el pueblo cubano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario