Germán Irving Vierma Luna
El Puerto fue definitivamente ocupado por la Bolivariana de Puertos el 31 de Julio. Esta acción aseguró que las maquinarias del muelle continuaran trabajando en las operaciones de un servicio que está catalogado como de interés público y carácter estratégico; de no realizarlo así se corría el riesgo de que se repitiera el libreto del paro petrolero de 2002-2003 que dejó consecuencias funestas para los puertos y la República.
Muchas caras largas que se presentaron en la reunión extraordinaria de Comisión Puerto Aduana (COPA) parecían un velorio, igual sucede con las familias que nunca se hablan y se reencuentran en la muerte de un familiar: en este caso el difunto fue el puerto descentralizado.
Fue reconocido por algunos que la estiba (la descarga y carga de barcos) se estaba haciendo a pérdida, esto es, se les estaba trabajando a las navieras, dueñas de los barcos, por debajo del costo. La verdad es que para contrarrestar esta pérdida, las operadoras se desquitaban con creces con el almacenaje. En otras palabras, una operación de descarga que ya estaba incluida en el flete pagado, estaba siendo cancelado nuevamente y con sobrecargos por los consignatarios. O sea que a los barcos, generalmente extranjeros, estaban siendo subsidiados por los consignatarios venezolanos de las mercancías y en última instancia por los consumidores finales de las mismas, es decir todos nosotros los venezolanos.
Aunado a esto, cualquier movimiento dentro del puerto tenía un costo exagerado y cada día se le sumaban más renglones a la relación de gastos facturados, se daba el caso, más que corriente, que el paso de la mercancía por el muelle costase a veces más del doble del flete de la misma carga, no importando que viniese de Hamburgo o de Piong Yang.
Como ya el Gobierno tomó la determinación, solo nos resta tratar que el puerto se convierta en un terminal eficiente y para eso tenemos que contribuir para que sean definidas las zonas de acuerdo al tipo de mercancía, como lo hace cualquier puerto eficiente del mundo. También ha llegado el momento, si no es demasiado tarde, que pensemos en proponer en serio una empresa mixta portuaria de producción social, aunque creemos que debimos habernos adelantado con esa propuesta.
Por los momentos, a 7 semanas del evento, el puerto está trabajando bien, dentro de lo normal y con las fallas esperadas de una acción de esta naturaleza, está de nuestra parte colaborar para que mejore la eficiencia.
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