Una Revolución es ante todo, un cambio de las relaciones entre los humanos, y de estos con la Naturaleza.



Errores tácticos, desubicación estratégica

Uno se siente medio pendejo cuando, en casos como el actual, se pone a recordarles a los demás que todos cometemos errores. Y que cuando uno los comete de buena fe, por exceso de voluntarismo o pundonor, o porque sencillamente tenemos una visión medio cinematográfica de lo que es el combate contra el mal, quienes se dicen camaradas de uno no pueden atribuirle el error cometido a perversidad o a que uno es un contratado de la CIA. Unos compas chavistas-no oficialistas, voluntariosos ellos, cometieron un error táctico de mediana a alta gravedad la semana pasada, cuando fueron a caerles a palos a unos güevones que se lo merecían, pero que al salir coñaceados salieron ganando la batalla de la opinión pública. Lo increíble, en la continuación de la comedia, viene empaquetado en monstruo de dos cabezas:
1) El chavismo oficialista, empezando por Chávez y el Minci, pasando por el Consejo de Comunicadores Socialistas y aterrizando en el PSUV, han pedido cárcel para los camaradas que participaron en la coñiza.
2) Los señalados han salido a defenderse con argumentos que jurídicamente están bien, pero...: "Nosotros no le pegamos a nadie".

Y a estas alturas nadie se atreve a decir en voz alta lo que muchos pensamos: que es verdad que gente nuestra salió a repartir patá y kung-fu, y que es una vaina grotesca que el chavismo oficial pida cárcel para esos compas, como si nosotros mismos no hubiésemos sido nunca víctimas de esa violencia sifrina celebrada por los medios privados, y cuyos perpetradores gozan de total libertad e impunidad.
A dejarse todo el mundo de mamagüevadas: sí fueron panas nuestros, chavistas y camaradas de grupos organizados, los que fueron a patearles el culo a unos señores licenciados que por serlo se la dan de intocables. Fue un error que lo hicieran, cómo no. Como también es un error, y este sí malintencionado y revelador de una desubicación acojonante, el que el Consejo Nacional de Comunicador@s Socialistas emitieran un comunicado en el cual se lee esta mierda:

"El CNCyCS exhorta al Ministerio Público a realizar todos los esfuerzos necesarios para que se aclare la responsabilidad de quienes hayan cometido estas agresiones y no queden impunes".


A ese comunicado les respondí de la siguiente manera, en correo colectivo:
"Supongo que es obligante este tipo de comunicados, para efectos de la organización pulcra, mesurada y decente que quiere ser el Consejo. Sólo quisiera que el Consejo se dignara medir muy bien el alcance de su llamado a meter presos a camaradas nuestros, sobre todo cuando las acciones de la derecha recrudecerán y no será con discursos y comunicados como podremos detenerlos. Va mi declaración irresponsable y sospechosa de ser financiada por la CIA: yo prefiero que nos veamos acusados de haber agredido a unos vergajos de la prensa enemiga y no tener que llorar a nuestros muertos, porque somos arrechísimos pidiendo cárcel para la gente nuestra pero dignos de risa a la hora de pedir justicia por Danilo Ánderson, Jairo Gregorio Morán, Oscar Aponte Gómez.

Les propongo este ejercicio: busquen esos dos nombres mencionados después de Danilo Ánderson, sin buscarlos en internet. Nadie se acuerda de ellos, ¿cierto?

Pues de ese tamaño es nuestra pérdida de la brújula. Cárcel para quienes coñacearon a los señores periodistas ayer, olvido para nuestros muertos. Es decir, cárcel y muerte para nosotros, justicia para el enemigo. Así vamos a ganar la guerra, seguro que sí".

José Roberto Duque
http://www.discursodeloeste.blogspot.com/

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